Desde finales del siglo XVIII el italiano Galvani empezó a hacer experimentos en los que provocaba convulsiones musculares en ranas muertas mediante descargas eléctricas (para entonces ya se tenían conocimientos de la electricidad). Los experimentos «galvánicos», así es como se conocían, se hicieron muy famosos por toda Europa.
En 1803 llegó a Londres un discípulo de Galvani para llevar a cabo una espectacular demostración sobre el cadáver de un criminal que había sido ejecutado. Ante una audiencia formada por médicos y científicos, pero también de gente corriente, aplicó a distintas partes del cuerpo varillas conectadas a una pila de cinc, provocando fuertes contracciones. Daba la sensación de que el cadáver cobraba vida.
Entre el público asistente se encontraba una joven llamada Mary Godwin….
La geología moderna considera el año 1816 como el «año sin verano». Ello es debido a que un año antes, el Volcán Tambora en Indonesia, había tenido una erupción considerada de las tres más grandes de la historia. Había liberado toneladas de polvo de azufre que se había extendido por todo el planeta, provocando un largo enfriamiento que había alterado el ciclo agrícola e incluso llegaría a producir hambrunas.
Ese mismo verano, a 11.000 km de Indonesia, un grupo de amigos llegados de Inglaterra, habían ido a descansar a Suiza, en Coligny, cerca del lago Lemán, en una elegante mansión llamada Villa Diodati (que aún se puede visitar). Ese lugar era famoso por la pureza de su aire. Este grupo lo formaban el poeta Percy Shelley; su entonces amante, Mary Godwin; el célebre escritor Lord Byron y su médico John Polidori.
Pero el cambio climático provocado por la erupción del volcán, obligaría a estos amigos a quedarse largo tiempo encerrados en casa. Este encierro dará sus frutos el día que Lord Byron les propuso un reto: cada miembro del grupo se encerraría durante 48 horas y escribiría una historia. Así se hizo, y el resultado fueron dos obras maestras de la literatura fantástica: El vampiro, de John Polidori y sobre todo Frankenstein, de Mary Godwin más conocida como Mary Shelley tras casarse con Percy Shelley.
Frankenstein es una de las obras fundamentales del romanticismo. Pero además, Frankenstein es una historia de denuncia social contra la esclavitud, o incluso una reivindicación de los valores humanistas. También entremezcla asuntos científicos, ya que Mary Shelley probablemente estaría criticando las consecuencias del progreso descontrolado de la creciente Revolución Industrial que se extendía por toda Europa, la importancia que estaban adquiriendo las máquinas frente al hombre, y dudas sobre los beneficios de una desmedida aplicación científica a la vida cotidiana.
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De regreso a Gran Bretaña, Mary convirtió su primer relato en una novela que se publicó en junio de 1818 bajo el título Frankenstein o el moderno Prometeo.
Qué habría ocurrido si ese volcán no hubiera erupcionado??
Curiosamente, en el mismo año que se publica Frankenstein, en 1818 nace en el seno de una familia burguesa de clase media alemana un joven cuyas ideas tendrán unas enormes repercusiones en la historia contemporánea, no sólo del siglo XIX, sino el XX y en la actualidad. Las ideas de este joven cambiaron el destino de un imperio e influyeron notablemente en la sociedad, la política y la economía de muchos países europeos.
Y lo increíble de esta historia, que parte de la erupción de un volcán a 11.000 km de distancia, es que este joven alemán de origen judío pudo tener como uno de sus libros de cabecera al Frankenstein de Mary Shelley. Y tanto esta obra, como los luditas y sus críticas a la Revolución Industrial y al progreso desmedido por el que estaba pasando Europa, le influyeron profundamente como para hacerse partícipe de ellas, y crear su propia corriente económica y filosófica.
Este joven se llamaba Karl Marx. Pero eso es, otra historia.